El banquete de una Primera Comunión es el momento en el que el protagonista del día y todos sus seres queridos que le acompañan en ese día, se reúnen ante una o varias mesas para comulgar con el amor, la felicidad y la diversión.
Organizar cualquier aspecto de una celebración tan importante como lo es la Primera Comunión no es una tarea fácil, pero los resultados traen mucha felicidad y satisfacción. No hay nada más bonito que ver disfrutar al protagonista de la ceremonia junto con sus familiares y amigos. Por eso, es fundamental conocer las claves para que eso acabe sucediendo.
Uno de los imprescindibles para que todo el mundo finalice el evento con un buen sabor de boca es que el banquete sea perfecto. Pero, ¿qué debes tener en cuenta para conseguir que el momento de la comida sea un éxito total? A continuación, te contamos los aspectos más importantes para ello.
El espacio
Elegir bien el lugar donde realizar el momento de la comida es esencial. Este debe ser confortable y adaptado a todas las necesidades. Debe ser amplio y dar la facilidad a los invitados de interactuar entre ellos con comodidad.
Cuando gran parte de los invitados son niños, es necesario que tengamos en cuenta que deben existir espacios y rincones en los que ellos puedan disfrutar como los que más sin ningún tipo de problema. Saltar, cantar o correr son su principal diversión, por lo que castillos hinchables, parque de bolas, talleres con animadores profesionales o pista de fútbol son ideales para ellos.
Las mesas
Cómo te habrás imaginado la disposición de los invitados en las mesas es algo muy importante. ¡Todos quieren estar cómodos y con sus seres queridos! Lo recomendable para ahorrarte dudas por parte de los asistentes, es nominar los sitios en que cada uno se va a sentar.
Por otro lado, la decoración de la propia mesa creará un ambiente u otro en la misma. Los centros de mesa son un elemento decorativo muy socorrido para ambientar el evento con el carácter y personalidad del niño que celebra su Primera Comunión. Es común ver Pokemon, elementos de Minecraft o animales varios adornando los espacios centrales y comunes del banquete. Tanto tus invitados como el protagonista del evento agradecerán esa personalización y cariño. No olvides que los pequeños detalles son los que marcan la diferencia.
El menú
Llegamos al eje central del banquete. Todo gira en torno a los platos, bebidas y postres del evento. El menú que se ofrezca debe contener platos de calidad con unos sabores sorprendentes y además debe tener alternativas para todos los gustos y necesidades. Puesto que gran parte de los comensales será niños, se debe elaborar un menú que los tenga en cuenta. Lo ideal es servir dos diferenciados: uno para los adultos y otro para los menores.
¿qué añadir en un menú de comunión?
- Cóctel de bienvenida. Es momento ideal para que los invitados vayan llegando cómodamente y puedan ir abriendo boca con el aperitivo antes del banquete. Puedes adaptarlo a tus gustos y presupuesto. Además, es el momento ideal para comenzar a sorprender a tus invitados con un buen cortador de jamón, con un bodegón de quesos, con un expositor de marisco o con una cata de cervezas.
- Entrantes. Una vez cada comensal se ha sentado en el asiento que se le ha asignado, se procede a servir los entrantes. Estos suelen ser para compartir y existen opciones de platos fríos (ensalada, tartar, ahumados, salazones, etc.) o calientes (mariscada, pulpo, tapas, etc.).
- Primer plato individual. Toca dejar volar tu imaginación. Normalmente, como primer plato se sirve pescado (lubina asada, pirueta de merluza, supremas de mero, etc.) o arroz. El abanico de elección es muy amplio y diverso.
- Segundo plato individual o al centro. En este caso, los platos suelen ser preferentemente de carne (solomillo de cerdo ibérico, costillas de cordero, parrillada, etc.). Todos suelen ir acompañados de una deliciosa guarnición de patatas o verduras.
- Postre. ¡Llega el momento más delicioso! Desde cosas ligeras como centros de fruta hasta los platos más dulces como coulant, brownie y la tarta de comunión
- Bebidas. La oferta de una bodega amplia es importantísima en una celebración como esta ya que la gran variedad de gustos de los asistentes así lo requiere. Vino, cerveza, vermut o refrescos son los refrigerios más destacados y servidos.
- Extras. Los extras suelen marcar la diferencia y consiguen que el evento quede en la memoria de los invitados. Tras el postre y durante los momentos del baile y diversión es ideal contar con una mesa de dulces, una fuente de chocolate o recena. ¡A todo el mundo se le caerá la baba!
Cómo hemos dicho, el menú infantil tiene sus peculiaridades. Se suelen servir entrantes al centro (nuggets de pollo, surtido de croquetas, pizza, patatas cheese & bacon, etc.), un plato principal como hamburguesa o arroz y, por último, un postre.
A destacar que ellos suelen pedir una merienda a mitad de la tarde, que es importante tener prevista con el fin de que puedan disfrutar al máximo del día con sus amigos.
Cómo has podido ver, para que este día salga redondo es indispensable controlar muchos detalles. En La Herencia de Hiroshima te asesoramos y te ayudamos a elaborar el mejor banquete para que la Primera Comunión del protagonista sea inolvidable.